Una tarjeta de fidelidad posibilita el acceso a beneficios
especialmente diseñados para los titulares, que pueden gozar sin coste alguno
de los beneficios que otorgan a sus socios los establecimientos afiliados (restaurantes, discotecas, hoteles, agencia de viajes, tiendas, cines...) que participan
en el programa.
Es una
tarjeta electrónica emitida por determinados fabricantes, cadenas de
distribución o empresas de servicios que la entregan gratuitamente a sus clientes. Este tipo de tarjetas permiten a los
usuarios la acumulación de puntos en función de los consumos realizados en los
establecimientos del emisor.
Estar
registrado como cliente habitual te permite acceder a descuentos y
promociones diversas, pero tienes que mantener el control. Un uso correcto de
esos programas es revisar los descuentos existentes cuando necesites
comprar una cosa en concreto, y no al revés (comprar porque haya descuento). Un
consumidor responsable compra lo que necesita y busca el mejor precio. Un
comprador compulsivo se deja influenciar por las ofertas y compra cosas que no pensaba solo porque están
baratas.